Description
En El Salvador, ubicado en América Central, como herencia prehispánica transmitida de generación en generación, aún se cultiva la planta denominada en idioma náhuat Xiuhquilit o conocida en castellano como jiquilite, la cual se procesa para obtener el tinte añil.
La sabiduría ancestral, es retomada por los españoles en el periodo colonial, con la utilización de obrajes donde realizaban el beneficiado del añil con mano de obra indígena y de esclavos negros, que estaban ubicados en los lugares de cultivo y cercanos a mantos acuíferos. A mediados del siglo XVII llegó a constituir la principal fuente de riqueza de la Real Audiencia de Guatemala que la exportaba hacia España, donde la provincia de San Salvador ocupaba un primerísimo lugar en la extracción del añil, muy especialmente las regiones que actualmente constituyen los departamentos de San Miguel, Cuscatlán, Chalatenango y San Vicente, donde se encontraban la mayoría de haciendas añileras, entre la que se destacaba La Bermuda en Suchitoto. Posteriormente se enfrenta la revolución industrial, con la sustitución de tintes naturales por industriales y se inicia la decadencia de su producción, llegando a su punto más álgido en la década de los años setenta del siglo XX.
Se da su reactivación en menor escala a inicios del siglo XXI, para que tanto artesanos y artesanas de diversos municipios como Suchitoto, Santiago Texacuangos, San Salvador, Santiago Nonualco, Soyapango, entre otros, le den continuidad a su producción y uso del tinte, para el teñido de telas con diversas técnicas decorativas como el Shibori, Tai Dai, cera perdida, entre otras para obtener diseños geométricos, fitomorfos y zoomorfos estampados en manta de algodón u otro tipo de lienzo, que después de haber sido inmersos en el tinte vegetal, son expuestos a su secamiento para la confección de una diversidad de prendas de vestir y accesorios para mujeres, hombres y población infantil como vestidos, camisas, guayaberas, T-shirt, sombreros, pantalones cortos y largos, carteras, billeteras, bolsos, mochilas, adornos de telas en ganchos para cabello; así como, también se incluye el calzado artesanal, que son apreciados y comercializados tanto a nivel nacional ¨como tiendas en centros comerciales, ferias artesanales, puntos estratégicos y turísticos, como en el mercado internacional. Son reconocidas las marcas Azul Nonualco de la artesana maestra Kessia Zelaya, Sol Azul de la diseñadora y artesana Virna Vanessa Mazorra, Alma de Añil, entre otras.
english
Textiles dyed with indigo.
In El Salvador, located in Central America, as a pre-Hispanic heritage passed down from generation to generation, the plant known as “jiquilite” is still cultivated, which is processed to obtain Indigo dye.
This ancestral wisdom was taken up by the Spaniards in the colonial period, with the use of indigenous labour and black slaves, who were located in the cultivation areas and close to aquifers. In the middle of the 17th century, it became the main source of wealth for the Royal Court of Guatemala, which exported it to Spain, where the province of San Salvador was the leading indigo extractor, especially in the regions that currently make up the departments of San Miguel, Cuscatlán, Chalatenango and San Vicente, where most of the haciendas that cultivated jilquite were located, including La Bermuda in Suchitoto. Subsequently, with the substitution of natural dyes by industrial dyes, its production began to decline in the 1970s.
It was revived on a smaller scale at the beginning of the 21st century, so that craftsmen and craftswomen from different municipalities such as Suchitoto, Santiago Texacuangos, San Salvador, Santiago Nonualco, Soyapango, among others, continued to produce and use the dye for dyeing fabrics with different decorative techniques such as Shibori, Tai Dai, lost wax, among others, to obtain geometric, phytomorphic and zoomorphic designs printed on cotton blankets or other types of canvas, which after being immersed in vegetable dye, are exposed to drying for the manufacture of a variety of garments and accessories for women, men and children; The handmade footwear is also included, which are appreciated and commercialised at national level, craft fairs, tourist spots, as well as in the international market.
The brands Azul Nonualco by master craftswoman Kessia Zelaya, Sol Azul by designer and craftswoman Virna Vanessa Mazorra, Alma de Añil, among others, are well known.
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