La artesanía de Costa Rica es un reflejo vibrante de la belleza natural, la herencia indígena y las influencias coloniales del país. Uno de los símbolos más emblemáticos de la artesanía costarricense son las carretas, o carretas de bueyes, pintadas de colores brillantes, utilizadas tradicionalmente para transportar café y ahora decoradas con intrincados diseños geométricos en colores vivos, particularmente en el pueblo de Sarchí. Las comunidades indígenas, como los bribri y los boruca, crean hermosas artesanías a partir de materiales naturales, como cestas tejidas, máscaras de madera tallada e intrincados trabajos con abalorios, a menudo inspirados en la flora y fauna local. Costa Rica también es conocida por su cerámica de alta calidad, particularmente de la región de Guanacaste, donde los artesanos elaboran cerámica tradicional utilizando antiguas técnicas Chorotega. Además, el trabajo en cuero y las joyas, a menudo elaborados con semillas, conchas y piedras, desempeñan un papel importante en los mercados artesanales locales. Estas artesanías no sólo celebran el rico patrimonio cultural y natural de Costa Rica, sino que también apoyan el turismo sostenible y los artesanos locales.