Description
Los pintores de Tigua viven en comunidades dispersas de la provincia de Cotopaxi. Este arte perteneciente a la pintura popular nace en la década de 1970 con los hermanos Toaquiza, originarios de la cultura Kichwa, quienes formaban parte de la banda de música de las festividades del Corpus Christi en Pujilí. Ellos pintaban y vendían tambores con imágenes alusivas a los danzantes. El encuentro y las sugerencias de la folclorista húngara Olga Fisch hizo que experimenten con la pintura de escenas costumbristas en tambores y cuadros, convirtiéndose en piezas apetecidas por coleccionistas y comerciantes de objetos étnicos.
La transmisión y difusión de estos conocimientos hizo que los campesinos del cantón Pujilí encontrarán en la pintura una nueva fuente de ingresos. Con el tiempo se ha creado un sello de identidad que actualmente cuenta con la denominación de origen “Pintura de Tigua”.
Las técnicas y materias primas tradicionales han sufrido variaciones. Las anilinas naturales han sido reemplazadas por pinturas industriales y el enmarcado se ha modificado para hacer que los cuadros sean más duraderos, portátiles y comerciales. Algunos artesanos han reemplazado los cueros de oveja por lienzos y además elaboran objetos como cucharas, cofres, bateas, cajas, mesas y sillas. Estas creaciones se ofertan a nivel nacional e internacional y muchas familias de Tigua viven de lo que obtienen con este trabajo.
Los artistas son reconocidos por sus vistosas pinturas de paisajes de los páramos andinos en las zonas rurales del país, en las que se relatan escenas festivas, costumbristas y rituales que contienen una importante carga simbólica. Las obras no se enmarcan dentro de los cánones clásicos del arte occidental, más bien son consideradas obras artísticas de carácter aborigen o naíf.
La comunidad de Tigua es parte de la parroquia Zumbahua, cantón Pujilí, provincia de Cotopaxi.
English
Popular Painting of Tigua
The Tigua painters live in scattered communities in the province of Cotopaxi. This art belonging to popular painting was born in the 1970s with the Toaquiza brothers, originally from the Kichwa culture, who were part of the music band of the Corpus Christi festivities in Pujilí. They painted and sold drums with images alluding to the dancers. The meeting and suggestions of the Hungarian folklorist Olga Fisch led them to experiment with the painting of traditional scenes on drums and pictures, which became popular with collectors and traders of ethnic objects.
The transmission and dissemination of this knowledge meant that the peasants of the canton of Pujilí found a new source of income in painting. Over time, a seal of identity has been created, which currently has the designation of origin “Pintura de Tigua” (Tigua Painting). The traditional techniques and raw materials have undergone variations. Natural dyes have been replaced by industrial paints and framing has been modified to make the paintings more durable, portable and commercial.
Some artisans have replaced sheepskin with canvas, and also make objects such as spoons, chests, bowls, boxes, tables and chairs. These creations are sold nationally and internationally and many families in Tigua make a living from their work. The artists are known for their colourful paintings of landscapes of the Andean highlands in the rural areas of the country, in which they depict festive scenes, customs and rituals that contain an important symbolic charge.
The works do not fall within the classical canons of Western art, but rather are considered to be works of art of an aboriginal or naïve nature. The community of Tigua is part of the parish of Zumbahua, canton Pujilí, province of Cotopaxi.
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