Description
En el Taller VENESEDA situado en el Estado Mérida, se tejen finas telas de gran valor artístico, con hilos de seda procesada íntegramente en la hacienda La Pedregosa de Eduardo Portillo y María Eugenia Dávila.
Esta joven pareja hizo la “Ruta de la Seda” por China en 1986 con el fin de aprender las técnicas y en 1987 tomaron cursos de especialización en la India.
Su pasión y dedicación al tejido los ha llevado a experimentar distintas modalidades y combinaciones con variadas fibras naturales como moriche, chiquichiqui, curagua, cumare entre otras, junto con diseños de la comunidad Ye’kwana. Proyectos que les han llevado años de estudio y de intenso desarrollo.
Los principales ayudantes de tan afamado taller son los hijos. Aurelio y Micaela criados viendo crecer los gusanitos de seda ayudándolos en el proceso de sacar los capullos- Ellos colaboran como guías de los escolares que visitan el taller.
Los cuarenta años de existencia del taller, Eduardo y María Eugenia han sido bien reconocidos nacional e internacionalmente. han estado tejiendo, dictando cursos y talleres. Participando en exposiciones, Conferencias, Seminarios y eventos culturales en América, Asia y Europa. Han recibido varios premios y muchas publicaciones han divulgado su obra. Revivir los tejidos de seda en Venezuela, extinguida durante más de un siglo, ha sido sin duda el mayor éxito de VENESEDA.
Desde 2014 producen hilos metálicos. Dice Eduardo:
“El bronce, cobre y acero están en el telar, dándonos reflejos, espejismos, y hemos encontrado unos textiles fundidos! Todo un año de la mano de un amigo y maestro fundidor para ver como el fuego se devora los hilos de seda y moriche y ahora son de bronce, mostrándonos recuerdos futuros y abriendo nuevos campos de experimentación y búsqueda”.
english
Silk in combination with natural fibres
In the VENESEDA workshop in the state of Mérida, fine fabrics of great artistic value are woven with silk threads processed at “La Hacienda La Pedregosa de Eduardo Portillo y María Eugenia Dávila”. This young couple made the “Silk Road” through China in 1986 in order to learn the techniques and in 1987 they took specialised courses in India.
Their passion and dedication to weaving have led them to experiment with different modalities and combinations with various natural fibres such as “moriche”, “chiquichiqui”, “curagua”, “cumare” among others, together with designs from the Ye’kwana community. These projects have taken years of study and intense development. The main assistants in this famous workshop are their children. Aurelio and Micaela, were raised watching the silkworms grow and helping them in the process of pulling out the cocoons. They collaborate as guides for the school children who visit the workshop.
In the forty years of the workshop’s existence, Eduardo and María Eugenia have been well-known nationally and internationally. They have been weaving, giving courses and workshops. They have participated in exhibitions, conferences, seminars and cultural events in America, Asia and Europe. They have received several awards and many publications have disseminated their work. Reviving silk weaving in Venezuela, extinct for more than a century.
Since 2014 they have been producing metallic threads. Says Eduardo:
“Bronze, copper and steel are on the loom, giving us reflections, and mirages, and we have found some fused textiles! A whole year hand in hand with a friend and master smelter to see how fire devours the silk and moriche threads and now they are bronze, showing us future memories and opening up new fields of experimentation and research”.
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