Description
La orfebrería en Colombia tiene sus orígenes en las culturas precolombinas que a la llegada de los españoles tenían desarrolladas varias técnicas, con las que crearon obras de gran calidad y valor estético y ha sido considerada como la mejor de América. El Museo del Oro de Bogotá alberga una colección de 34 mil piezas de oro, de gran belleza e importancia histórica.
En la época de la Colonia, las técnicas fueron enriquecidas con las traídas por los españoles en el siglo XVII. y con características y patrones estéticos propios, fueron dando identidad a las regiones donde se desarrolló el oficio.
Uno de los centros orfebres más destacados es Mompox, un pueblo colonial a orillas del Magdalena, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995.
La materia prima utilizada es el oro o la plata. El proceso se inicia con la fundición de los granos del metal, que luego son pasados por una laminadora para crear tiras uniformes que son convertidas en finos hilos, que se entrelazan o se tuercen con las manos o con pinzas, martillos y tenazas para formar los diseños deseados.
El oficio se transmite de generación en generación y requiere de paciencia y habilidad. Se elaboran objetos como gargantillas y collares, pulseras, anillos broches y pendientes. Los diseños pueden ser abstractos con formas geométricas o figurativos con formas de animales o de plantas, hojas o flores.
Samuel Ricaurte Mendoza, orfebre por tradición, se destaca por la calidad de su trabajo. Aprendió el oficio desde niño y hoy es el propietario de una empresa conocida a nivel nacional. Sus hijos y sobrinos aprendieron el oficio y son sus mejores colaboradores.
La filigrana de Mompox es reconocida por su calidad y belleza y es considerada de las mejores de Colombia.
Otros lugares donde se practica la filigrana en el país son Quibdó, en el Chocó; Barbacoas, Nariño y Santa Fe de Antioquia.
La habilidad y creatividad de los artesanos han hecho que la filigrana sea una expresión artística muy valorada en todo el mundo. Las joyas de filigrana se venden en los mercados y ferias artesanales con gran éxito comercial.
Bibliografìa
Bolaño, Lobo, M. Filigrana Momposina, Facultad de Creacion y Comunicacion Uni. Bosque (2021).
Duque, Duque, C. Maestros del Arte Popular Colombiano – Suramericana. Editorial: Panamericana (2010).
Colombia Artesanal, Artesanias de Colombia.
Mendez, Uribe, J. Somos Hijos del Oro. Universidad de Los Andes – Facultad de Artes y Humanidades.
Fundacion Activos Culturales Afro. Ediciones Uniandes (2021).
English
Filigree goldsmithing, embroidery with gold thread
Goldsmithing in Colombia has its origins in the pre-Columbian cultures, which at the arrival of the Spaniards had developed several techniques, with which they created works of great quality and aesthetic value, and has been considered the best in America. The Gold Museum of Bogota houses a collection of 34,000 pieces of gold, of great beauty and historical importance.
During the Colonial period, the techniques were enriched with those brought by the Spaniards in the 17th century, and with their own characteristics and aesthetic patterns, they gave identity to the regions where the craft was developed. One of the most outstanding goldsmith centres is Mompox, a colonial town on the banks of the Magdalena River, declared a World Heritage Site by UNESCO in 1995. The raw material used is gold or silver.
The process begins with the smelting of the grains of metal, which are then passed through a rolling mill to create uniform strips that are made into fine threads, which are intertwined or twisted by hand or with tongs, hammers and pliers to form the desired designs. The craft is passed down from generation to generation and requires patience and skill. Items such as chokers and necklaces, bracelets, rings, brooches and earrings are made. The designs can be abstract with geometric shapes or figurative with animal or plant shapes, leaves or flowers.
Samuel Ricaurte Mendoza, a goldsmith by tradition, stands out for the quality of his work. He learned the trade as a child and today he is the owner of a nationally known company. His sons and nephews learned the trade and are his best collaborators. The filigree of Mompox is renowned for its quality and beauty and is considered one of the best in Colombia. Other places where filigree is practised in the country are Quibdó, in Chocó; Barbacoas, Nariño and Santa Fe de Antioquia.
The skill and creativity of the artisans have made filigree an artistic expression that is highly valued all over the world. Filigree jewellery is sold in markets and craft fairs with great commercial success.
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